Publicado por cubanoypunto

Por Brenda Murillo.
Como ya les conté la semana pasada, desde que vine a vivir a El Salvador he escuchado de sus mitos en voces de ancianos, adultos y niños y me ha maravillado el parecido de sus esencias narrativas con los cubanos. Como cualquier mito, son relatos tradicionales, que se transmiten de forma oral y narran acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, que buscan dar una explicación, generalmente no racional, a hechos o fenómenos.
Como todo mito, se entrelazan con formas de religiosidad y supersticiones, integrando el sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, donde son considerados con visos de certeza.
Para ejemplificar sobre sus nexos y, a partir de mi experiencia personal, tanto en Cuba como en El Salvador, hoy les contaré sobre el Justo Juez de la noche, personaje de leyenda de El Salvador. Según la tradición, es un fantasma que se aparece a quienes deambulan por los caminos rurales a altas horas de la noche, algunos lo describen montado sobre un caballo negro. Según las narraciones, esta aparición es un sujeto alto que no posee cabeza. En su lugar, aparece una columna de humo. Normalmente suele asustar a sus víctimas antes de lastimarlas, haciendo ruidos y entrando a sus cuerpos en las noches mientras duermen, si es que lo hacen, ya que hace que se les quite el sueño y no se duerman hasta altas horas de la madrugada y así, hacen que las personas estén cansadas y piensen que los ruidos y cosas que ven son alucinaciones por no descansar bien.
Cuenta la leyenda que, si te encuentras con un Justo Juez cerca, sin saber cómo apareció, es mejor que tengas cuidado y te pongas alerta, de ser así será necesario hacer un sacramento en la noche a las 4:13 am exactamente. Lee el resto de esta entrada →