Hemos sido testigos, una vez más, de otra decisión infame e inmoral de la desprestigiada OEA, en contra de la Revolución Bolivariana, que reedita las bochornosas páginas escritas contra la Revolución Cubana en la década del sesenta del pasado siglo.
La convocatoria de una Reunión de Consultas de Ministros de Relaciones Exteriores, para continuar hostigando al gobierno venezolano, constituye otra acción coherente con el tradicional papel de esa organización como instrumento de dominación imperialista en el hemisferio; a fin de resquebrajar la soberanía, la independencia y la dignidad de Nuestra América.