Ante el fracaso de estrategias adoptadas para frenar el flujo migratorio, Trump propuso complementar el muro fronterizo con un foso lleno de agua, repleto de cocodrilos y serpientes. El rotativo además informó que para esto llegó a solicitar un presupuesto a sus asesores.
En ese contexto, Trump también quiso electrificar la barrera fronteriza o instalar en su parte superior púas que pudiesen perforar el cuerpo humano.
Ahora, el mandatario sugirió a los militares desplegados en la frontera disparar solo por el hecho de cruzarla sin papeles.
Fuentes consultadas por ese diario, dijeron que le aclararon no permitían disparar a los migrantes.
Además impuso aranceles a México para presionarlo en materia migratoria.
Su idea inicial era cerrar la frontera, pero sus colaboradores le persuadieron de no hacerlo.
A ello se suma que una investigación conjunta de la Associated Press (AP) y FRONTLINE determinó que el gobierno de Trump ha empezado a derivar parte de los cuidados a niños inmigrantes, pasando de organizaciones sin fines de lucro y en su mayoría religiosas a contratistas privados.
Observadores indicaron que varios bebés eran paseados en coche manejados por empleadas con camisas de color azul brillante con las letras “CHS”, siglas de Comprehensive Health Services, Inc., una compañía privada con fines de lucro contratada por el gobierno estadounidense para retener a algunos de los niños inmigrantes más pequeños.
De acuerdo a la maquinaria propagandística de Estados Unidos en Washington radica el gobierno más respetuoso de los derechos humanos sobre el planeta.