Terminó uno de los campeonatos mundiales de mayor nivel en la historia del atletismo. Dos récords del orbe, varias marcas entre las mejores de todos los tiempos, rivalidades exacerbadas y consolidación de nuevas estrellas, representan algunos de los saldos más positivos vistos en Doha.
En medio de ese panorama, Cuba estuvo en la ciudad catarí con su delegación más pequeña desde 1983, y con ella cosechó triunfos, esperanzas y también sinsabores.