En octubre de 2019 un levantamiento indígena y popular recorrió el territorio ecuatoriano confrontando un paquete de medidas neoliberales de Lenín Moreno que estaban directamente dictadas por el Fondo Monetario Internacional.
Octubre: un antecedente ineludible
Las condiciones de créditos realizados supuestamente para frenar la profundización de la crisis, permitieron que grandes sectores de la sociedad denunciaron este acto ilegítimo y rechazaran medidas ya conocidas por sus efectos negativos.
El gobierno planteó la reducción de las vacaciones del sector público a la mitad de tiempo, reducción del 20% salarial en la renovación de un contrato temporal, aporte de un día mensual de los trabajadores públicos, entre otras medidas.
Pero, para la clase social de los empresarios propuso la eliminación del anticipo del impuesto a la renta, eliminación o reducción de aranceles en varios rublos, reducción y simplificación del Impuesto a la Renta al sector bananero, devolución de tributos a los exportadores para “dinamizar la economía” y un aporte extraordinario de las empresas con utilidades de más de 10 millones de dólares.