Todo hace indicar que la Unión Europea se ha convertido en una extensión de la Casa Blanca, al menos en su política hacia Venezuela, pues sus sanciones son las mismas que impone Washington para intentar estrangular a la Revolución Bolivariana.
En su más reciente actitud pro yanqui, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español Josep Borrell, condenó el 21 de diciembre 2019 al gobierno del presidente constitucional Nicolás Maduro, por retirarle a cinco legisladores su inmunidad parlamentaria, debido a los delitos cometidos de conspiración y traición a la patria.
La sanción de la UE se anunció como resultado de la decisión tomada por la Asamblea Nacional venezolana, declarada en desacato, presidida por el auto titulado presidente Juan El Títere Guaidó, de aprobar el 17 de diciembre 2019 una resolución que modifica el Reglamento de Interior y de Debates de la Asamblea Nacional, con el propósito de que legisladores radicados fuera del territorio nacional participen en debates y puedan votar de manera virtual, resolución declarada ilegal por el Tribunal Supremo de Justicia.