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La Cumbre de las Américas: del liderazgo de López Obrador al fin de la hegemonía de EE.UU. y la OEA
Por Javier Buenrostro, publicado en Rusia Today
En estos días se está llevando a cabo la IX Cumbre de las Américas en Los Ángeles, California, en medio de la polémica por las exclusiones de Cuba, Nicaragua y Venezuela, así como de las ausencias de los presidentes de Bolivia y México y la presidenta de Honduras.
Después de la pandemia, retomar los encuentros internacionales se ha vuelto una prioridad para muchos países, sobre todo si consideramos el interés de replantear la globalización que había de las cadenas productivas y de suministro para impulsar más los mercados regionales. Aunado a esto, el conflicto entre Rusia y Ucrania, con la consiguiente inflación en el sector energético y alimentario, puso de relieve la importancia geopolítica de las alianzas regionales.
Estados Unidos tenía una apuesta importante en los acuerdos que pudieran alcanzarse en esta reunión continental. Pero su planteamiento ha sido equivocado y sigue anclado en una política exterior añeja, de más de medio siglo, donde la guerra fría era la directriz imperante a nivel mundial y a escala local la principal premisa era tratar a Latinoamérica como su patio trasero.
Fantasmas de Miami ponen en riesgo la Cumbre de las Américas
Por David Brooks, publicado en American Curios, La Jornada
El anfitrión de la Cumbre de las Américas se encuentra atrapado entre América Latina y Miami, y en vísperas del inicio del encuentro programado a partir hoy y hasta el día 10 en Los Ángeles, lo que se presentaba por el gobierno de Joe Biden como un festejo de su “nueva relación” con el hemisferio ahora está en riesgo de ser un posible fracaso vergonzante para un presidente en urgente necesidad de triunfos.
Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el 10 de mayo que no participaría personalmente en la cumbre si se excluía de la lista de invitados a países del hemisferio, en particular referencia a Cuba, Venezuela y Nicaragua –posición después endosada por Bolivia, Honduras y varios de los 15 países de la Comunidad del Caribe (Caricom)–, obligó al gobierno de Joe Biden a hacer explícito lo que buscaba dejar medio borroso: optar entre las Américas o Miami.
Esta primera cumbre realizada en Estados Unidos desde el acto inaugural en Miami, en 1994, seguía ante la incertidumbre a 24 horas de su inicio y son precisamente los fantasmas de Miami los que podrían descarrilar la reunión; los sectores conservadores poderosos de ese epicentro de fuerzas contra-rrevolucionarias latinoamericanas y sus aliados estadunidenses que se oponen a la inclusión de Cuba y Venezuela en estas cumbres.
La ley del embudo al estilo yanqui
Por Arthur González, publicado en El Heraldo Cubano
El gobierno norteamericano y sus agencias de inteligencia fomentaron la campaña contra Cuba el pasado mes de noviembre 2021, para que el pueblo saliera a las calles en una marcha supuestamente pacífica, convocada por su marioneta Yúnior García, cabecilla del grupito nombrado Archipiélago, a pesar de que las autoridades cubanas le negaron el permiso y fuera advertido oficialmente de la violación que cometería de llevarla a cabo. El interés era repetir las acciones cometidas en el mes de julio.
De inmediato la prensa extranjera y los sitios en las redes sociales al servicio de Estados Unidos, lanzaron una cruzada mediática acusando a Cuba de limitar la libertad y otras cosas similares, en su añejo afán de satanizarlo todo, pues se sabía que el deliberado propósito era crear un desorden interno y alcanzar su añorado cambio de sistema, de ahí la insistencia en que se ejecutara.
Sin embargo, cuando se trata de una manifestación realmente pacífica en los propios Estados Unidos, como la que solicitaron organizaciones de la sociedad civil en apoyo a la Cumbre de los Pueblos por la Democracia, para el 10 de junio 2022 que sesionará de forma paralela a la Cumbre de las Américas, el Departamento de Policía de la ciudad estadounidense de Los Ángeles les respondió con una rotunda negativa y amenazas legales si la hacían.
Escándalos asociados a las Cumbres de las Américas, la próxima no es la única
Por Cecilia González y Nazareth Balás, publicado en Rusia Today
La Cumbre de las Américas, que se realizará del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, llega precedida por la controversia que ha desatado el Gobierno de EE.UU. por no invitar a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, lo que ya provocó que varios presidentes latinoamericanos amenacen con no acudir a la cita continental.
Primero fue el mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien le pidió directamente a Joe Biden que ningún país quedara excluido y que también ya advirtió que, si se mantiene esa política, no viajaría al encuentro.
En el mismo sentido se sumaron después el boliviano Luis Arce, el guatemalteco Alejandro Giammattei, la hondureña Xiomara Castro y el argentino Alberto Fernández. La canciller chilena Antonia Urrejola, por su parte, subrayó que la exclusión jamás ha dado buenos resultados.
De esta forma, EE.UU. enfrenta una inédita presión por parte de países latinoamericanos que podrían boicotear el encuentro.
Una Cumbre más, en nombre de la libertad y la democracia
Por Álvaro Verzi Rangel, publicado en Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico
Es un acto de soberbia que en nombre de la sacrosanta democracia, un casi octogenario presidente decida qué países pueden asistir –y quienes no- a una cumbre regional. La decisión sólo llama la atención a aquellos que realmente creían que Joe Biden iba a cambiar radicalmente los exabruptos de Donald Trump que, en definitiva, eran una representación –quizá más brutal- de la consuetudinaria política de “amistad” estadounidense.
La novena Cumbre de las Américas, prevista para el 6 de junio en Los Ángeles, puede convertirse en un duro traspié diplomático y político para Estados Unidos y su presidente, un golpe a su hegemonía, por la decisión de varios mandatarios de América Latina y el Caribe de no concurrir a la cita, de persistir la exclusión de países cuyos gobiernos no le gustan a Washington, que ha hecho (por suerte sin suerte) todo lo posible por derrocarlos.
Cumbre de las Américas: ¿el fin de la hegemonía estadounidense en Latinoamérica?
Por Javier Buenrostro, publicado en Rusia Today
Muchos de los primeros colonos que llegaron a las costas del este de EE.UU. eran calvinistas y puritanos ingleses, que creían en la predestinación y que estaban convencidos que ellos y EE.UU. eran un pueblo y una nación elegida por Dios.
Estos dogmas teológicos se manifestaron de diversas maneras, una de ellas fue la ética protestante que percibió Max Weber en su viaje a EE.UU. en 1904 y que dio origen al libro más famoso de la sociología contemporánea, La ética protestante y el espíritu del capitalismo.
Otra de las formas en que se materializaron los dogmas teológicos fue en la ideología que solemos resumir como la doctrina del Destino Manifiesto. La expresión surgió a principios del siglo XVII para justificar la apropiación de los territorios y el genocidio de las poblaciones nativas de Norteamérica.
Ya en el siglo XIX hubo un aggiormanento del término y empezó a ser utilizado para justificar el expansionismo que tenía lugar de este a oeste y que muchos consideraban que debía ser ilimitado, ya que era la «misión divina» de EE.UU. moldear al mundo a su imagen y semejanza. Este expansionismo hacia el oeste incluyó como primera parada la anexión de Texas en 1845 y la guerra México-Estados Unidos (1846-1848), que terminó con la apropiación de más de dos millones de kilómetros cuadrados del territorio mexicano.