Sobre el estallido social y político que se da en Colombia desde el pasado 28 de abril se están utilizando varias categorías y conceptos para nombrarlo, intentar su caracterización y descubrir su esencia.
Ya hay suficientes análisis sobre el origen de la conmoción social que afecta al país. Hay estudios acertados sobre las dimensiones del desbarajuste del aparato productivo y la economía (Fedesarrollo habla de perdidas equivalentes a los 6 billones 200 mil millones de pesos, más o menos 2 mil millones de dólares). El Dane dio a conocer estudios sobre la descomunal caída en la pobreza y miseria de millones de personas que han perdido sus empleos, ingresos y demás fuentes de subsistencia. El enfoque político insiste en la crisis de representatividad, en la perdida de legitimidad de las instituciones y en la quiebra de la gobernabilidad y la gobernanza del aparato de gobierno.