La campaña de intimidación paramilitar y terrorista mediático de Nicaragua ha provocado temor, inseguridad y dificultades en alrededor de 30 de los 153 municipios de Nicaragua. Solo el compromiso del Presidente Daniel Ortega con la paz ha evitado un conflicto aún peor. Casi tan perturbador como el extremo sadismo de los paramilitares de la oposición en Nicaragua es cómo sus partidarios y medios desplazan los crímenes de la oposición al atribuirlos al gobierno. El 14 de junio, la Comisión para la Verdad, Paz y Justicia de Nicaragua, juramentada por la Asamblea Nacional del país, informó que 168 personas murieron y más de 2100 resultaron heridas.
El hito histórico que representó para Nicaragua la victoria de la insurrección, el 19 de julio de 1979, fue el resultado de 18 años de lucha guerrillera contra la dictadura de Anastasio Somoza y de acumulación de experiencias, explica Fonseca Terán la premisa de la que parte cualquier valoración de ese proceso emancipador.
Nicaragua fue el único país de América Latina, además de Cuba, donde triunfó una revolución en la época de la lucha armada, con lo cual demostró que en ese momento era el método correcto de combate para alcanzar el poder político, puntualizó.