A medida que se acerca el aniversario del avance histórico del 17 de diciembre del presidente Obama en las relaciones con Cuba, la administración entrante de Joe Biden tiene la oportunidad de revivir la exitosa distensión que, como vicepresidente, Biden respaldó y apoyó. Sin embargo, como presidente, Biden enfrentará una fuerte presión política para exigir quid pro quos a los líderes cubanos a cambio de levantar las sanciones punitivas que Trump impuso en los últimos cuatro años en su obsesiva búsqueda de sabotear el logro característico de la política exterior de su predecesor.
Pero el enfoque de reciprocidad es una receta para el fracaso, como saben perfectamente los opositores a la normalización de las relaciones con Cuba. Mientras Biden y su equipo de política exterior se enfrentan a los vientos políticos cruzados que inevitablemente trae cualquier cambio positivo en la política de Estados Unidos hacia Cuba, es importante recordar cómo el presidente Obama abrió con éxito lo que llamó «un nuevo capítulo» en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba que promovió los intereses de Estados Unidos. así como los del pueblo cubano.