A pesar de haber sido espiados y su privacidad invadida por la firma UC Global, que apuntó a Assange, los reporteros de los principales medios de comunicación de Estados Unidos no han dicho nada en protesta. Mientras tanto, ha surgido nueva evidencia de los vínculos con la CIA de esa empresa.
Una empresa de seguridad española aparentemente contratada por la inteligencia estadounidense para llevar a cabo una campaña de operaciones negras contra Julian Assange y sus asociados espió a varios reporteros estadounidenses, entre ellos Ellen Nakashima, la principal reportera de seguridad nacional del Washington Post, y Lowell Bergman, un New York Times. y veterano de PBS.