Después de seis años, el Gobierno del ultraderechista Iván Duque celebró el quiebre de la tendencia al alza de los cultivos ilícitos en el país, y tomó la noticia como un espaldarazo a la política Ruta Futuro, su apuesta de lucha antidrogas, financiado por Estados Unidos. Un informe de Naciones Unidas señala que en 2018 se registraron 169 mil hectáreas sembradas de coca, y en 2019 descendieron a 154 mil.
Solo el año pasado el país invirtió 361.000 millones de pesos (unos 5.100 millones de dólares al cambio de hoy) en estos trabajos. Actualmente, 10.400 soldados y 1.883 policías participan en las modalidades de erradicación manual, según le explicó el Ministerio de Defensa.